viernes, 10 de junio de 2011

Aprender

Hoy aprendí que nunca se deja de aprender.
Hoy confirmé lo pequeño e indefensos que podemos
lucir ante el encuentro directo,inesperado y sorpresivo 
de una mentira hecha ser humano..
El que hayamos perdido tanto tiempo 
ocupando nuestra mente y espacio en culparnos 
por experiencias pasadas que en el instante menos imaginado 
nos dan en la cara la bofetada del despertar definitivo.
Hoy aprendí que el dolor de una mirada fria y distante 
hiere el alma dejándola desangrada en el suelo y sin defensa.
Me di cuenta de que el número acumulado en el calendario 
no garantizan el dominio de la pena y la actuación del disimulo.
Una doble cara.,una única falacia 
combinadas en un desvío de miradas que te confirman 
el poco valor inspirado.
Hoy aprendí que nunca se deja de aprender.
Que somos y seremos estudiantes inexpertos 
a la espera de la llegada segura y puntual 
de una próxima decepción.

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