Tus ojos de ensoñación
son mi borrasca
y la más bella musa
para hacer una oda al corazón.
Tus ojos son
de fuego; llamarada que alimenta al infierno.
Esa que permuta la muerte por amor y
la vida por tu alma.
Ese par de luceros
que alumbran este mar
bravo que te añora y
que inspiran la melodía de tu rostro
y las metáforas de tu cuerpo.
No me niegues tu mirada.
Déjame perderme en la locura
de su encanto
para hechizarme con el embrujo
de su ternura y conjuntar
mi esencia en la tuya por completo.
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