viernes, 10 de junio de 2011

Epílogo

Una noche cualquiera ,una noche única.
La misma que se confabula con mi confidente astral
para darte un hasta el luego largo en el tiempo.Y mientras el
tiempo se consuma, mi pena bañada en el
llanto ausente del lamento me servirá de
terapia depurante en pago por el nefasto equívoco.

No es nuestro tiempo,quizás nunca lo fué.

Nó por tu presencia en mi vida sino por la mia
al cruzarse por la tuya.Por pretender llevarte a la
fuerza, prisionera en mi caravana de patosos vaivenes.
expuesta a esos vientos cambiantes de un alma embarullada.

Mi corazón siente tu ventura atravéz del tiempo y el espacio.

Créeme cuando declaro que me regocija lo que percibo.
Contentura que se desdobla en ese recordatorio de mi error.
Filoso cuando corta el espíritu,,náuseabundo cuando disuelve
su hiel en el paladar etéreo del recuerdo.

Persiste campeadora de la luminiscencia, Vé hasta los confines

de tu ilusión.Sigue y no voltees la mirada.Porque tras de ti
queda el pasado que es historia escrita en mármol.
Y como tal ya es inborrable con sus atinos y sus yerros.
Desde ahí mi corazón te bendice mientras se desvanece
bajo la espesa niebla del hasta luego definitivo.

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