Uno que no respeta leyes de física y lógica.
Que no discrimina por razones de sexo, religión, política , nacionalidad, distancia
y reciprocidad.
Simplemente elige.
A veces justo y oportuno,
otros impertinente y a destiempo.
Lo cierto es que en ambos extremos provoca inconcebibles
transmutaciones en las mentes que toca.
Negociante hábil y metódico el corazón
produce interesantes trueques.
Amargura por dicha.
Aflicción por alegría.
Desesperanza por ilusión.
Sublime dirás! Cierto es.
Pero también este corazón caprichoso se obseca con lo inasequible.
Y es cuando cae en su propia trampa.En la pretensión insana de esos
amores enrevesados , enferman neuronas ,claudican voluntades y
se nubla el entendimiento.Se pierde el rumbo racional y al final ocurre
el impacto mortal de un encuentro con la inevitable realidad.
Es cuando pedimos con todas las fuerzas de la vida ;serenidad.
Esa que aunque con ella no logremos estar a salvo de la tempestad
al menos nos brinde la paz para luchar en medio de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario